GALLETAS DECORADAS: " LAS NAVIDADES PASADAS..."

Si señores, estas son las galletas que preparé para regalar a mi suegra y sus amigas las navidades pasadas.

Sin ánimo de aburrir mucho con este tema, creo que hoy les toca ser publicadas, antes de que lleguen las próximas navidades.

Importante -antes de publicar como las he hecho-, es comentar que la idea la saqué del blog de Lidia, dicho así no sé si os sonará, pero si os digo que su blog es "cocinadulcedelosmol", eso ya cambia ¿verdad? Si por casualidad no lo conocéis (cosa que dudo mucho), os invito a que lo hagáis, seguro que os encantan todas sus creaciones.

Dicho esto, ahora el “galletoreportaje” (Os he dicho alguna vez que me encanta inventar “palabros”…jijiji…)

Perfilar la galleta con una boquilla lisa del #2 ó #3 y lo que se llama “glasa de escritura”.



Rellenar con la llamada “glasa de inundado” y -con ayuda de un palillo-, ir acercando la glasa a los bordes.





Hecho lo descrito anteriormente en dos o tres galletas y -antes de que se sequen del todo-, poner gotas de “glasa de inundado” en otro color.



A continuación, inundamos el tejado de las dos o tres galletas anteriores.



Después, con ayuda de una pinza, colocamos el adorno de regaliz rojo.



Espolvoreamos con “caramelines” blancos la zona inundada del tejado; así hacemos el efecto nieve.



Tomamos estas dos o tres galletas así preparadas y dejamos secar, mientras, repetimos el proceso con las siguientes hasta finalizar esta fase con todas. Dejamos que se sequen todas bien.



Una vez secas, procedemos a rellenar la parte de la chimenea, en mi caso con la glasa roja de inundado y, sobre ésta, espolvoreamos azúcar coloreada en rojo.



Con ayuda de un pincel se limpia el exceso. Es importante que el resto de la galleta esté seca porque sino se quedaría el azúcar rojo pegado a ella y, en la zona del tejado y la fachada no queremos eso ¿verdad?



Con glasa de escritura verde y una boquilla #67 hacemos las hojas de alrededor del regaliz rojo.



Con una boquilla rizada hacemos un círculo y colocamos una gominota redonda en su centro.



Finalmente, dejamos secar todo antes de empaquetarlas.



Empaquetadas.



Esta es la que le tocó a mi madre y, deciros que, a día de hoy, ahí sigue.