martes, 31 de agosto de 2010

PIMIENTOS MORRONES RELLENOS..."de aprovechamiento"



En mi pueblo-Blimea- desde el año 1975, cada primer fin de semana de Diciembre se viene celebrando la fiesta gastronómica de “los pimientos rellenos”.

No tengo muchos datos sobre quién – o quienes - fueron los promotores de dicha fiesta pero-desde entonces-se ha popularizado entre todos los blimeínos. No hay casa ni restaurante que no tenga su propia receta, hoy os traigo la receta de como los hacemos en la mía.

Aunque lo normal y lo más típico es que se rellenen, los verdes, de carne guisada y, los rojos, de bonito, tomate y huevo cocido, hoy día ya se rellenan con cualquier ingrediente que se te antoje y guste, puede ser salpicón de marisco, tortilla, morcilla...En esta ocasión, y con el fin de aprovechar un trozo de pechuga y un resto de arroz, los he rellenado como a continuación os explico.


Ingredientes:



Pimientos morrones del tamaño de un puño, más o menos.
Pechuga de pollo (Un resto que tenía por casa).
1 lata de champiñones.
Tomate natural.
Arroz blanco hervido (Un poco que me había sobrado de otra receta).
Aceite.
Sal.
Vino blanco.


Preparación:

Abrimos los pimientos por la parte superior, sacamos la grana de su interior y reservamos.

En una sartén ponemos un poquito de aceite a calentar, añadimos los trozos de pechuga de pollo, previamente sazonados y adobados a gusto. Les damos unas vueltas para que se doren un poquito. Añadimos el tomate troceado, los champiñones y dejamos que se haga un poco el tomate.




Finalmente añadimos el arroz y dejamos que se integre todo durante unos minutos.




Rellenamos los pimientos y colocamos la parte superior a modo de tapa. En una cazuela acorde al tamaño y cantidad de pimientos que vayamos a preparar ponemos un poquito de aceite en la base de la cazuela, lo justo para que no se peguen al fondo y vamos colocando los pimientos en posición vertical, encajándolos entre si.




Sazonamos, ponemos un chorro de vino blanco, tapamos la cazuela y la ponemos al fuego. Primero fuerte, cuando coja calor, bajamos la temperatura y dejamos que se vayan haciendo lentamente hasta que el pimiento esté totalmente asado.




Emplatamos y a comer. Se pueden acompañar de unas patatas fritas.