sábado, 24 de diciembre de 2011

¡ALGO MÁS QUE UNA GALLETA!




Hoy os quiero mostrar “el alma” de mis galletas decoradas y para ello le he hecho una radiografía a una de ellas.

No entiendo mucho de radiografías (no soy médico) pero ésta viene a representar todo el cariño, tiempo y dedicación con los que hago cada una de mis galletas decoradas. Realmente, la entrada de hoy no es una galleta decorada, la entrada de hoy es el interior de todas y cada una de mis galletas decoradas y, como podéis comprobar, todas tienen el mismo “alma”; todas son “¡Algo más que una galleta…!”




Y con “el alma” de mis galletas –y el mío propio-, en estas fechas os quiero transmitir mis mejores deseos y felicidad a todos los que visitáis y comentáis en cada una de mis entradas. Todos vosotros “sois el alma” de mis blogs.

¡Felices Fiestas a todo el mundo!


Aprovecho esta entrada para comentaros que el taller de galletas programado para el día 28 de Enero ya está completo.

Las fechas para los talleres del mes de Febrero son los días 11 y 25.
(Aún estáis a tiempo de pedirles uno a los Reyes).

¡Ah! ¡Qué no se me olvide! Para hacer esta galleta me he basado y/o inspirado en dos imágenes que encontré en la red.(Desconozco el nombre de los diseñadores, pero no me importaría saberlos para poder ponerlos en esta entrada, así que si alguien los conoce o, ellos mismos la leen, por favor, que me lo digan para poder completar la información de esta entrada).





Las fusioné con el paint y la imagen resultante la usé como inspiración para la galleta.



sábado, 17 de diciembre de 2011

BIZCOCHO DE NATA (DE LECHE HERVIDA)




Esta receta del libro de María Luisa García: “El arte de cocinar – 1ª parte” (El rojo, para que nos entendamos las asturianas), es un clásico de mi casa. También doy por supuesto que lo es en todas las casas asturianas aunque cada vez se haga menos por culpa de la leche pasteurizada…

La nata con la que se elabora este bizcocho es la que se obtenía al retirar la capa de nata generada sobre la leche -al enfriarse-, después de haberla hervido. La leche, por supuesto: de vaca, de “vaca pinta” asturiana (esas que tanto caracterizan a Asturias y cada vez se ven menos por los “praos”…ains…).

¿Recordáis la leche fresca de vaca que se compraba al lechero?…Por Blimea repartía un lechero local: “El Chatu”. Aún recuerdo cuando pasaba con su “fragoneta” por la calle de Blimea dónde vivían mis abuelos (ahora C/ Puerto Pino). “El Chatu” iba repartiendo leche y recogiendo niños portal a portal…jajaja… Cuando tenías suerte conseguías subir a la furgoneta, en caso contrario, te tenías que conformar con ir corriendo detrás de ella…jajaja…Así íbamos a todo lo largo de de la calle -en bandada-, hasta un poco más allá de La Regerona, más o menos hasta casa “El Frescachu”.

¿Por qué os cuento esto? No sé, ¿quizás porque a veces es bueno recordar tiempos mejores? …

El caso es que para recuperar esta receta en su esencia he tenido la suerte de que –Rosina-, la madre de Olga, me regalará un buen tazón de natas de leche hervida de la que producen sus vacas.

Así que, gracias a Rosina, hoy os puedo mostrar este clásico de la cocina tradicional.

Ingredientes:




Una taza de nata.
3 Huevos.
3 Cucharaditas de lavadura Royal.
Ralladura de limón.
2 Tazas de harina.
Una taza de azúcar.
Mantequilla o margarina para engrasar el molde.
2 Cucharadas de coñac

Elaboración:

Previamente se engrasa el molde con la mantequilla y se espolvorea de harina.
Se precalienta el horno a 180º.

En una fuente se mezcla la nata con el azúcar.



Se bate mucho hasta ponerla cremosa. En ese punto se añaden las tres yemas y el coñac, sin dejar de batir.



Cuando éstas están bien unidas se mezcla la harina con la levadura y la ralladura del limón (ésta se mezcla sin batirla, con una espátula o cuchara de madera).



Por último se agregan las claras batidas a punto de nieve, mezclándolas con cuidado.





Se vierte sobre el molde preparado y se cuece en horno moderado durante 45 minutos aproximadamente.



Al principio conviene taparlo con una hoja de papel de aluminio untado con mantequilla; cuando se observa que ha subido se le quita para que dore.



Ya cocido (se notará cuando al pincharlo en el centro con una aguja larga ésta sale limpia), se vuelca sobre un plato y se deja enfriar. Se espolvorea con azúcar glas ( o no).





Notas: En mi caso, lo he horneado a la misma temperatura con la que he precalentado el horno: 180º.

Si optáis por ponerle el papel albal, recordad que, cuando se está horneando un bizcocho, nunca se debe de abrir el horno primero de media hora puesto que entonces se bajaría la masa.




viernes, 9 de diciembre de 2011

TALLERES DE GALLETAS DECORADAS EN OVIEDO



Hoy, en vez de una receta, quiero compartir con tod@s vosotr@s mi nueva iniciativa.

Los que me conocéis desde hace tiempo sabéis que llevo dos años decorando galletas para familiares y amigos y después de este tiempo -animada por todos ellos-, me he decidido a crear mis propios talleres de galletas decoradas con glasa.

Hace meses que vengo analizando y estudiando este proyecto y aunque aún me queda algún que otro detalle por matizar, ha llegado la hora de hacerlo realidad y, que mejor fecha para ello que el comienzo de un nuevo año ¿verdad?, así que:

¡Mis talleres comenzarán a partir de finales de Enero de 2012 y se realizarán en Oviedo! (Zona plaza de América).

Por lo tanto, todo aquel que esté interesado en asistir a alguno de mis talleres y descubrir porque se trata de “algo más que una galleta”, sólo tiene que ponerse en contacto conmigo en:

algomasqueunagalleta@gmail.com





domingo, 27 de noviembre de 2011

"CEBOLLES RELLENES" DE BONITO (Tradicional)






¡Uf! Casi no llego…

Hoy finalizan las jornadas gastronómicas de “Les cebolles rellenes” en El Entrego, localidad del Concejo de San martín del Rey Aurelio y no quería dejar pasar la ocasión sin compartir con tod@s la receta que se hace en mi casa.

Antes de dar paso a la receta, comentar que hoy las he rellenado de bonito pero que también se pueden hacer de carne (esas para el año que viene).

Ahora, sin más historia, pasemos a la receta.

Ingredientes:



6 Cebollas de tamaño mediano (mejor tirando a pequeñas que a grandes).
1 Lata de bonito en aceite.
1 Lata pequeña de pimientos morrones.
1 Huevo cocido.
Tomate natural.
1 Diente de ajo.
1 Guindilla.
1 Hoja de laurel.
Perejil (En esta ocasión seco)
Aceite.
Sal.
Vino blanco (Como no tenía, hoy le puse coñac).

Preparación:

Primero preparamos el relleno y -para ello-, ponemos en un bol el bonito escurrido, el pimiento morrón bien picado, el huevo picado, unas cuatro cucharadas de tomate natural, el jugo de la lata de pimiento y un poco de sal. Mezclamos todo bien y resevamos.



Pelamos las cebollas y, os aconsejo no cortar la parte de abajo.



Con ayuda de un ahuecador vamos vaciando las cebollas con cuidado de no romperlas.



Las rellenamos y tapamos con un trozo de cebolla.



Freímos las cebollas en aceite y nos ayudamos de una cuchara para ir echándoles aceite por encima.



Con cuidado les damos la vuelta y repetimos el proceso anterior hasta que estén doradas por todas partes.



Las pasamos a una “tartera”.



Colamos y pasamos a otra sartén el aceite en el que hemos frito las cebollas. Añadimos los trozos de cebolla que obtuvimos al vaciarlas y dejamos que se vayan dorando.



Una vez tome color, añadimos unas 4 cucharadas de salsa de tomate natural, el diente de ajo bien picado, la hoja de laurel, la guindilla, el perejil, un poco de sal y un chorrito de vino blanco (ya sabéis que yo he puesto coñac).



Removemos bien y añadimos una cucharada de harina.



Dejamos hacerse todo un poquito y vertemos sobre las cebollas reservadas.



Dejamos que rompa el hervor y, si fuera necesario, añadimos un poquito de agua.



De esta forma dejamos que se vayan haciendo lentamente hasta que las cebollas se pones tiernas y blandas (en esta ocasión estuvieron una hora y media), eso si, de vez en cuando removemos y comprobamos si la salsa necesita agua.





Ya listas comprobamos y rectificamos el punto de sal y listas para comer.





Y mientras disfrutáis de esta receta, quedan convocadas las jornadas gastronómicas de "Los pimientos rellenos".

domingo, 13 de noviembre de 2011

MERLUZA ENCEBOLLADA (Tradicional)




Esta receta la he sacado de: “El libro de las guisanderas de Asturias” (La cocina legendaria).

En esta ocasión la receta es de la guisandera Beatriz Fernández Gutiérrez del restaurante “Los Pisones” en Venta de las Ranas (Villaviciosa).

La receta que viene en el libro está hecha con besugo. En mi caso lo he sustituido por una merluza del “pinchu” que llamamos por aquí.

Con merluza nos ha gustado muchísimo, seguro que repetiremos y, por supuesto, también con besugo nada más que lo vea en la pescadería.

Os pongo los ingredientes que yo he usado y, en cuanto a la forma de hacerla, prácticamente no he cambiado nada de la receta original.

Ingredientes



4 Rodajas de merluza del “pinchu”.
3 Cebollas pequeñas.
3 Patatas (pesaban unos 450 grs.)
1 Guindilla.
Sal
Aceite de oliva.

Preparación

Pelamos y cortamos las patatas en rodajas gruesas y picamos la cebolla (la corte en aros).



Freímos la patata junto con la cebolla y la guindilla en aceite, en mi caso, más que freírla, lo que hice fue confitarla lentamente removiendo con frecuencia.



A media cocción añadimos un poco de sal.



Cuando estén en su punto apartamos del fuego y reservamos. Mientras, en una sartén con un poco de aceite vamos friendo la merluza que habremos salado previamente.



Cuando esté bien hecha por una de las caras le vamos dando la vuelta y, a continuación, colocamos las patatas y la cebolla reservada sobre la merluza.





Dejamos que se haga todo junto unos minutos y lista para comer.





¡Uy! ¡Casi se me olvida!...jejeje…

Ya les he puesto un “adosadín” a mis galletas decoradas, así que -como hay confianza-, debajo del felpudo os dejo las llaves para que entréis siempre que queráis.

jueves, 10 de noviembre de 2011

POTAJE DE NABOS (TRADICIONAL)



¡Ya huele a nabos en Sotrondio!

Este fin de semana se celebrarán las jornadas gastronómicas de los nabos en la localidad de Sotrondio. Dicha localidad pertenece al concejo de San Martín del Rey Aurelio, aquí, en Asturias.

Con los nabos se dan comienzo a una serie de jornadas gastronómicas que continuarán dentro de unos 15 días con “les cebolles rellenes” en El Entrego; para finalizar a principios de Diciembre con las de los pimientos rellenos en Blimea, localidad, ésta última, de la que soy natural…jejeje… (Un dato que os doy).



A parte del plato protagonista de cada una de las citadas jornadas, en el menú se suelen incluir callos, y de postre: casadielles, fayuelos, arroz con leche…

En fin, que si os apetecen e interesan, os animo a que os acerquéis a Sotrondio para que probéis los nabos -y sus acompañantes-, en cualquier establecimiento de los muchos que los ofertan durante este fin de semana. Para los que no podáis acercaros por estos Lares, lo menos que puedo hacer es poneros la receta que se hace en mi casa por si tenéis interés en probarlos.

Son muy fáciles de preparar, lo único es que llevan mucho “compango” para darles sabor, puesto que los nabos -de por sí-, vienen a ser un poco insípidos.

Ingredientes:



2 Kg. De nabos.
1 Rabo de cerdo (El que puse pesaba unos 550 grs.)
Cabecera de cerdo (Unos 370 grs.)
Ternilla (Aprox. 325 grs.)
Costilla (No puse porque no había en la carnicería…ains…)
1 Hueso de ternera.
Chamón (Sobre 300 grs.)
2 Morcillas asturianas.
2 Chorizos no muy curados.
Un trozo de tocino (Pesaba 225 grs.)

Preparación:

En una “pota” de tamaño adecuado para todos los ingredientes ponemos los nabos pelados y picados en trozos como si fueran patatas tipo “cachelos”.



Encima colocamos las carnes, el hueso, chorizos y morcilla.



Cubrimos con agua y llevamos a ebullición. Espumamos si fuera necesario (en mi caso lo fue).





Cuando rompe el hervor fuerte, bajamos el fuego a temperatura medio-bajo.



Medio tapamos "la pota" y dejamos que se hagan todos los ingredientes juntos durante unas 2-3 horas.



Durante el tiempo de cocción, sólo hay que vigilar que siempre estén cubiertos de agua y -de vez en cuando-, remover "la pota". Por lo demás, ahí los tenéis, cociendo "a su propio amor" (¿Se dice así?).



Listos para comer, así que emplatamos.






Eso si, de un día para otro: ¡mucho más buenos!

¡Ah! y, en cuanto a “mis okupas” -pese a la crisis-, he hecho un esfuerzo y les he alquilado un adosadín; ahora lo estoy amueblando un poco y, en cuanto estén instaladas -no os preocupéis-, que ya os invitaré a un cafetín, eso si: con galletas…jajaja…

A partir de hoy, por aquí: todo seguirá igual.

El único cambio: mi nick que pasa a ser Zulima; y la fotografía que le acompaña son unas flores que hice con pasta de azúcar.